Casi un 98% del calcio en un cuerpo humano medio se halla en los huesos, un
1% en los dientes y el resto se encuentra en la sangre, en los líquidos
extracelulares y dentro de las células, donde es un cofactor para una serie de
enzimas. El calcio estimula la coagulación sanguínea porque activa la fibrina
proteínica y, junto con el magnesio,
ayuda a regular los latidos del corazón, el tono, la contracción muscular y la
actividad nerviosa.
Función del Calcio.
Dentro de los huesos y los dientes, el calcio refuerza su estructura y
mantiene sus funciones. El calcio es necesario para la contracción del músculo
y de los vasos sanguíneos, además de la secreción de hormonas enzimas, y del envío
de mensajes a través del sistema nervioso.
El hueso se reforma de manera continua, de modo que mantener unos niveles de
calcio adecuados es esencial para estimular la renovación de los huesos. El
equilibrio entre la rotura de los huesos y su regeneración cambia a medida que
las personas envejecen. En la infancia, hay una mayor cantidad de formación
ósea y menos roturas. En la edad adulta, estos procesos se equilibran de una
manera relativa. A medida que nos hacemos mayores, la rotura de los huesos
excede la capacidad de regeneración. Esto puede resultar en pérdida ósea, que
puede aumentar el riesgo de contraer osteoporosis.
Fuentes de Calcio
Fuentes de Calcio
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